Normalmente en primavera cuando las colonias de abejas están fuertes y no tienen más espacio para continuar con la reproducción o el acopio de alimentos (miel), naturalmente tienden a dividirse por un proceso natural que se denomina enjambre. La mitad de las abejas de una colonia, acompañada por su reina vieja, deja su colmena para posarse en la rama de algún árbol hasta que las abejas exploradoras encuentran un lugar donde proseguir el desarrollo de una nueva colonia. Este es el mecanismo natural por el cual se produce la división de la colonia.
Previo al enjambre las obreras crían nuevas celdas reales, para reemplazar a la reina vieja, y siempre es la reina nueva (recién nacida) la que ocupa el lugar en la colmena original. La nueva reina es fecundada previamente, en los vuelos de fecundación. El comportamiento anterior a la producción de los enjambres suele denominarse fiebre del enjambrazón. Este comportamiento se creía que provenía de un aumento de la temperatura en el nido de cría o colmena, pero son muchos los factores que intervienen.